Mostrando entradas con la etiqueta Diosa fortuna. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Diosa fortuna. Mostrar todas las entradas

julio 31, 2008

Blogger's block

Reclamos, reclamos que me haceis.

Que postee. Como si fuera a voluntad. Como si lo que digo, lo que pienso, lo que me pasa fuera de mi propio cavilar el resultado. No señor. Soy una bola sin manija cósmica, soy la hoja en la tormenta, soy un juguete de la fortuna.

Por un momento pienso en reflotar algo de los drafts, en hablar de trivialidades (volvieron las Tentaciones de chocolate!), de mi obsesión con las comedias románticas bobas -mientras escribo esto veo por televisión Mi Novia Polly por trigésima vez- y la hipótesis de que todo mi sistema moral deriva del cine americano; pienso en develar aquí secretos escandalosos, sólo para ver si uds. comentan, pero sé que lo lamentaré más tarde; medito la posibilidad de inventarme un oscuro pasado; recurrir al viejo y remanido truco de pegar alguna pavada, un link, un video de youtube, alguno de esos mails que circulan y circulan sólo para que sepan que sigo aquí; intento escribir posts a pedido -thanks Danny, but no luck-, pero nada, che.

He llegado a la conclusión de que no tengo absolutamente nada que decir.

abril 26, 2007

Cómo, cuándo, por qué

¿Cuándo es que uno lo sabe?

Alguien me dice que nunca tuvo amores imposibles. Que sólo se enamoró de quienes empezaron por quererla a ella. Es una verdadera suerte, tener un corazón que se va a adaptando a las circunstancias.

Alguien me dice que un día, después de un tiempo, simplemente lo supo. Que algo cambió de golpe, como activar un interruptor cerebral, como un sartenazo en el alma.

Sé de quiénes elaboran complejas analogías gastronómicas y postulan teorías respecto de cómo una milanesa puede tornar pato a la naranja con paciencia y un poco de empeño.

Otros me dicen que lo de ellos fue absolutamente natural, que a cada paso las cosas fueron sucediendo exactamente cuando y cómo debían, que el orden cósmico se rompería si ellos no estuvieran juntos.


Otro/as más salen en serie, fuman sin filtro potenciales parejas, flings, citas no muy citables, para concluir luego que no se conforman con ninguna.

Hay quien cruza el mundo entero en busca de un perfume.

Hay quien, no sin resignación, acepta su mano en esta partida.

Hay quien teme no llegar a saberlo nunca.