enero 26, 2007

Pásenme el flí

Esta semana la cruda realidad me recordó algo que por lo general, por el bien de mi salud mental, mi dignidad, y los valores en que me han criado, trato de ignorar: no son las rubias, sino las mosquitas muertas las que la pasan mucho mejor.

Tengo una compañerita de trabajo que es la preferida del jefe. No, no porque haya intenciones romántico-eróticas de ninguna de las dos partes, sino porque da lástima. Sí, a ella le gusta dar lástima. Y al jefe le gusta sentirse magnánimo, y sentirse magnánimo con alguien que da lástima es tan fácil.

Vamos a suponer que se llama Gabriela. Pero nadie la llama Gabriela; ella es Gabrielita. Porque es toda chiquitita, buenita, tontita. Toda ella es un diminutivo. Pobrecita Gabrielita, que tiene tanto trabajo. Dejemos que Juan y Pepito hagan lo que le correspondería a ella. Pobrecita Gabrielita, se sentía mal y no vino. Y sabés, pobre, justo el novio también se sintió mal ese mismo día, y ¡ops! él tampoco está. O tuvo que salir, Gabrielita, pobre, justo unos minutos antes de que cerrara el banco, así que, no podrías hacer esto vos, que es urgente.

Patrañas, Gabrielita. Yo te veo el juego.

Zorrita.

enero 18, 2007

Malditos positivistas

Que no, que Carlota no me estaba diciendo que asaltara un banco ni estafara a nadie. Que no, que no me estoy juntando con nadie indeseable. Carlota es como el oráculo, dice poco y hay que saber entenderla. Ya la conocerán.

Cambiando de tema. Ayer, saltando de página en página, me encuentro con este supuesto dato objetivo de la realidad:

Dr. Donatella Marazziti, a psychiatrist at the University of Pisa, studied 20 couples who'd been madly in love for less than six months and found that their serotonin levels in these love birds were equivalent to the low serotonin levels found in sufferers of Obsessive-Compulsive Disorder.


Calculo que el amor será tratable, en ese caso.

No?

enero 17, 2007

Carlota

Llego a la oficina y pienso: ¿y hoy qué voy a hacer para paliar el desencanto?
Hay días en que ya ni los pequeños placeres (el tazón de café de la mañana-boludear en internet-las charlas de pasillo-salir a pasear en el almuerzo-los ojitos del chico de las computadoras) lo sostienen a uno. Llego a mi cubículo. 9 y 20. Tarde. La manga de contadores opacos que trabaja conmigo ya está firmemente aferrada a sus mouses, clickeando en silencio.

El día transcurre sin más. Tengo todo el tiempo la desesperante sensación de ser el hamster dentro de la rueda. ¿Cómo es que los demás no lo ven? Encima no hay nadie en Bs As, trato de sostener alguna que otra charla por e-mail, pero están todos en otra.

Tic-tac-tic-tac, las 5 y media. De repente tengo una suerte de anagnórisis, un momento de hiperconciencia, veo pasado, presente y futuro en un instante, y en todo eso siempre hay una oficina. Miro a Carlota que está al pie de mi lámpara, miro su ovejuna paz, sus patitas plásticas, sus rulos sintéticos, y le pregunto: ¿Qué hago yo acá Carlota?

Y Carlota me contesta: Whatever. Take the money and run.

enero 06, 2007

Resoluciones de año nuevo


Me derrito. De sólo pensar poner un pie en la calle, empiezo a maldecir el mes de Enero. Que por qué no estoy en la playa asoleándome como el que más. Primero y principal, porque yo no soy como el que más. En cualquier caso, seré como el que menos. Segundo, me molesta sobremanera el amontonamiento vacacional. Cansa, el descanso. Prefiero una isla desierta en el caribe. ¿Que no la tengo? Entonces prefiero la ciudad.

Empiezo a escribir mis resoluciones de año nuevo. Por pensar que todavía se le puede dar algún curso a la vida propiadeunomismo. No sé qué escribir; hago un bollo con el papel. El azar ganará de todos modos. Sigo a lo mío. Yendo y viniendo, de casa al trabajo y del trabajo a casa (no, ni lo piensen), yendo de compras (vieron, les dije), cenando en restaurantes étnicos (no, radical tampoco) para matar el aburrimiento. El aburrimiento también me gana. (Y entonces empiezo un blog!)

Finalmente, hago mi listita. Breve, concisa, al punto, resplandeciente, esplendorosa. ¿Resplandorosa? Me gusta el término, creo que voy a patentarlo.
Deberían intentarlo uds también esto de proponerse metas para el año que empieza. Es como hacerse un cashflow cruza con horóscopo. O lo de inventar neologismos. No digo que vayan a inventar la pólvora, pero en una de esas le sacan unos puntos a algún gil en el Scrabble.

Ah, ¿que qué puse? Ni loca les pienso contar.