noviembre 14, 2010

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¿Cómo vivir sin el “high” del amor? [Gloria Steinem] Nos cuenta el caso de varias mujeres que no sabían estar solas y que si no tenían a un déspota al lado a quien servir, si no vivían el dolor del amor, se deprimían. Aparecen en su relato mujeres que enfrentan el problema y consiguen diferenciar el romance del verdadero amor. Mujeres que consiguen disfrutar su hogar conversando con el gato. Mujeres que comienzan a apreciar el valor de otras cosas de la vida, quizá no tan brillantes, ni tan fogosas como el maltrato de un hombre genial; el valor de otro tipo de hombres, algo más aburridos, más formales, no tan misteriosos ni tan discontinuos, ni tan aventureros, ni tan egoístas, ni tan especiales, pero más gentiles, cariñosos y estables. Estas mujeres sabrán apreciar el dulce y tibio elixir del aburrimiento.
“La Empresa de Vivir”, Tomás Abraham

Es verdad, no se puede tenerlo todo. ¿Pero por qué será que los hombres aventureros, especiales y fogosos son a la vez déspotas, egoístas, inconstantes? ¿Es condición sine qua non de la naturaleza masculina? ¿Por qué han de ser menos misteriosos o menos singulares aquéllos que son gentiles y cariñosos? ¿La dicotomía se cumple siempre y a rajatabla? ¿Hay sólo chicos malos o buenudos? ¿Es que lo viril está necesariamente asociado a la ausencia emocional? ¿Las (supuestas) formas de amar masculina y femenina están tan profundamente arraigadas?¿Son así por naturaleza? ¿Por qué aún después de décadas de avances y conquistas en la esfera pública el deseo es tan reaccionario?

Nos encontramos ante un desorden de las pautas del cortejo.

En algunos casos, la estrategia para superar la amenaza de soledad es una especie de reciclado de la subordinación de género acotada al ámbito privado. Así como algunas jóvenes disimulan sus credenciales universitarias a la hora de seducir, al elegir pareja impostan una dependencia que no existe de modo efectivo; y aceptan varones con menores atributos fálicos de lo que sus aspiraciones demandan. He planteado que las relaciones tradicionales entre los géneros pueden modificarse con mayor facilidad en el ámbito público y que, por el contrario, es en el terreno de la intimidad amorosa, de la constitución del deseo, donde el nexo entre erotismo y dominación resulta más resistente al cambio. Esto se expresa en lo que comúnmente se denomina “una cierta necesidad de admiración hacia el varón”, que sustenta el deseo femenino. Pero admirar no es tarea fácil para mujeres que han obtenido considerables logros personales y que encuentran varones severamente fragilizados.

Al final del largo camino (muchachas), ¿nos damos de bruces con la biología? ¿Nos equivocamos? ¿Avanzar en un terreno es resignarse en otro? ¿Queremos volver atrás? ¿Cómo seguir desde aquí? ¿Cómo conducirse? Tantas, tantas preguntas.

7 comentarios:

Guile dijo...

Claramente dirigido a obtener opinión de mujer, he aquí la mía masculina, que siempre tiene elementos fenotípicos femeninos.
Se da en los dos sentidos. El hombre -moderno- también busca en mujeres independientes. Las relaciones ultradependientes son desgastantes y frecuentemente terminan rápido. El manoseo intelectual asociado al amoroso es francamente difícil de conseguir para ambos sexos. El conformismo y la aceptación de la inexistencia de la perfección es el resultado natural de una búsqueda agotadora.
El complemento ideal para estas relaciones son las amantes, que siempre refrescan el presente y excitan el cuerpo.
Hoy creo que la tendencia son las relaciones no duraderas, el casamiento y el divorcio para dar lugar a otro nuevo casamiento. Sino se puede tener una compañera (excitante) para toda la vida, se pueden tener varias, con su inicio de adrenalina asegurado.

Artemisa dijo...

Hola Guile. ¡El punto de vista masculino siempre es bienvenido!
Ahora... pintás un panorama un tanto desolador... ¿hay que conformarse, nomás?
Ufa.

Saludos!

Guile dijo...

jajaja! puede ser... igual en esta humanidad hay para todo, la gente se va buscando. Habiendo tantos en el mundo seguro que hay muchos más que un hombre para una mujer como usted, será sólo cuestión del doloroso camino de la prueba y el error... jaja es cierto, es desolador, saludos!

Srta O dijo...

Hola!
este tema es para larguiiiisimo. Pero a pesar de eso creo que la biología interviene sólo en una parte, en la asociación al hombre aventurero y singular y etc ... con el macho cazador que se anima a sortear peligros para abastecer a la prole. No se si es así realmente pero tal vez a nivel inconciente hacemos algun tipo de asociacion a ese estilo. Otra postura seria que siempre vemos mas deseable aquello que no tenemos.
Por el resto creo que nos estamos equivocando nosotras al partir del esquema equivocado que no hace sino perpetuar ese reciclado de la subordinación de género. Sino fijate las asociaciones que se hacen a los distintos tipos de hombre en el texto citado:
- "no tan brillantes, ni tan fogosas como el maltrato de un hombre genial" (desde cuando es brillante el maltrato y por qué quien lo ejerce se asocia a genial?)
- "no tan misteriosos ni tan discontinuos" (el ser misterioso no lo hace especial, sino que podria ser especial sólo cuando es misterioso, por lo que no sabemos)
- "ni tan egoístas, ni tan especiales, pero más gentiles, cariñosos y estables" (aca creo que se cae de maduro; por qué alguien no egoista no puede ser especial o alguien cariñoso ser egoista??)
- "el dulce y tibio elixir del aburrimiento" (esto y decir que somos hijas del rigor es casi lo mismo)

Por otro lado concuerdo con lo que pones de Irene -meler, a mi tambien me pasa, no podría estar con alguien de quien no admirase nada, a quien considerase de alguna forma inferior o indigno de mi porque me estoy jugando en contra concientemente!! Y no se si admirarnos para ellos es importante. Pero una cosa es admirar a quien tenes o queres tener al lado (por lo que sea) y otra muy distinta es la asociación chico malo déspota =deseable y bueno considerado =aburrido.
Entonces considero que somos nosotras quienes nos equivocamos, vaya a saber si por millones de novelas de corin tellado; demasiadas comedias románticas o los libros de las bronte que grabaron a fuego por generaciones los dos estereotipos. Pero lo cierto es que de alguna forma esto también es oferta - demanda (no me mates por la comparación) y si no cambiamos el chip y el paradigma demandado, y nos permitimos ver que pasa ya que nadie es plano y de una sola cara (ni chicos buenos ni malos), es difícil que tengamos resultados distintos.

Y después de todo a cada chancho le llega su San martin.

besote

Srta O. ;)

(perdone, pero acentos y mayusculas me dan un poco de fiaca en tan largo; y si, ya se me quedo larguísimo.)

Anónimo dijo...

Hola!
este tema es para larguiiiisimo. Pero a pesar de eso creo que la biología interviene sólo en una parte, en la asociación al hombre aventurero y singular y etc ... con el macho cazador que se anima a sortear peligros para abastecer a la prole. No se si es así realmente pero tal vez a nivel inconciente hacemos algun tipo de asociacion a ese estilo. Otra postura seria que siempre vemos mas deseable aquello que no tenemos.
Por el resto creo que nos estamos equivocando nosotras al partir del esquema equivocado que no hace sino perpetuar ese reciclado de la subordinación de género. Sino fijate las asociaciones que se hacen a los distintos tipos de hombre en el texto citado:
- "no tan brillantes, ni tan fogosas como el maltrato de un hombre genial" (desde cuando es brillante el maltrato y por qué quien lo ejerce se asocia a genial?)
- "no tan misteriosos ni tan discontinuos" (el ser misterioso no lo hace especial, sino que podria ser especial sólo cuando es misterioso, por lo que no sabemos)
- "ni tan egoístas, ni tan especiales, pero más gentiles, cariñosos y estables" (aca creo que se cae de maduro; por qué alguien no egoista no puede ser especial o alguien cariñoso ser egoista??)
- "el dulce y tibio elixir del aburrimiento" (esto y decir que somos hijas del rigor es casi lo mismo)

Por otro lado concuerdo con lo que pones de Irene -meler, a mi tambien me pasa, no podría estar con alguien de quien no admirase nada, a quien considerase de alguna forma inferior o indigno de mi porque me estoy jugando en contra concientemente!! Y no se si admirarnos para ellos es importante. Pero una cosa es admirar a quien tenes o queres tener al lado (por lo que sea) y otra muy distinta es la asociación chico malo déspota =deseable y bueno considerado =aburrido.
Entonces considero que somos nosotras quienes nos equivocamos, vaya a saber si por millones de novelas de corin tellado; demasiadas comedias románticas o los libros de las bronte que grabaron a fuego por generaciones los dos estereotipos. Pero lo cierto es que de alguna forma esto también es oferta - demanda (no me mates por la comparación) y si no cambiamos el chip y el paradigma demandado, y nos permitimos ver que pasa ya que nadie es plano y de una sola cara (ni chicos buenos ni malos), es difícil que tengamos resultados distintos.

Y después de todo a cada chancho le llega su San martin.

besote

Srta O. ;)

(perdone, pero acentos y mayusculas me dan un poco de fiaca en tan largo; y si, ya se me quedo larguísimo.)

Anónimo dijo...

te llego doble mi comentario?

Srta O. beso

Artemisa dijo...

Llegó doble, pero está bien, porque es un comentario muy sesudo e importante, Srta O!!!

Justamente, mis preguntas apuntaban a eso, a saber si no existe "el hombre intermedio", que no sea ni lo uno ni lo otro... Todo el mundo tiene sus dobleces, claro, pero a veces da la sensación de que lo que uno va viendo cae en una de las dos categorías muy fácilmente. Igual, obvio que la primera cita lleva los estereotipos al extremo.

Es probable que nos equivoquemos. Todos. Nosotras y ellos. Lo que me pregunto es por qué se da así, qué mecanismos existen para que las cosas se den de esta manera. Y cómo se modifican.

Y sí, yo también pienso que las cuestiones de oferta-demanda operan en este terreno (mucho más de lo que todo el mundo está dispuesto a admitir!)

PD: me encanta la frase "a cada chancho le llega su San Martín". Hay que usarla más. :-) La incorporo a mi acervo literario!